miércoles, 14 de octubre de 2015

¡Se hace justicia en Guararí con el penoso problema de vivienda digna!


Afortunadamente, nuestro diputado por Heredia y su equipo, han sido sistemáticos y constantes en los esfuerzos por avanzar en este tema que conlleva múltiples trámites que desilusionan a la gente de ese colectivo tan vulnerable.
Para conocimiento de la ciudadanía herediana, les informamos brevemente que por medio de la representación PAC en Heredia, se ha hecho lo siguiente:
·        Se han constituido ya dos asociaciones pro vivienda más en el cantón central de Heredia con apoyo del equipo PAC, requisito para iniciar el viacrucis de lograr vivienda.
·        Se  luchó contra el rediseño los proyectos de El Faro y Nueva Heredia.
·        El bono colectivo es una realidad y es una política de Estado, por lo que ningún partido político, ni el gobierno local se pueden arrogar su paternidad, pues si así lo hiciere sería demagogia. Quienes sí son padres y madres del bono, es la misma ciudadanía de Guararí. La representación PAC ha sido facilitadora.
·        Se sigue luchando desde el Despacho  del diputado Henry Mora, junto con la comunidad, para superar los problemas de trámites para el proyecto El Faro y  así  sea  recibido de nuevo en el BANHVI.
·        Con el proyecto El Fortín, se ha hecho lo propio también y esperamos que en el mediano plazo, este pueda albergar hasta 460 familias.
·        Y, algo no menos importante, ha sido que el Despacho del diputado Henry Mora, inició ya, en apoyo a los grupos organizados, la constitución de un Foro Herediano de la Vivienda en cuyo seno se le ofrecerán los insumos a la población interesada para incidir en la resolución de este terrible problema.
¡Adelante Guararí!


domingo, 11 de octubre de 2015

¡Atención ciudadanía herediana: conozcan un ejemplo de crasa ineficiencia de la actual administración de la alcaldía de nuestro cantón![1]



La primera acción de política que profundiza la desigualdad contra la ciudadanía más vulnerable, fue sacar la feria del agricultor del lugar donde se desarrolla porque este sitio se declaró en su momento, de atención prioritaria en razón de que allí pueden acudir sin gasto adicional a las compras de alimentos, la población herediana de más bajos ingresos. Eso se irrespetó en todos sus extremos.
Con el expediente de que el nuevo lugar del campo ferial era urgente adquirirlo, para proteger la casona patrimonio histórico sobre la cual la municipalidad nunca había mostrado interés, se pagó más del valor de mercado. (Ustedes pueden verificar que el municipio nunca se interesó por el inmueble, consultándolo en la oficina de patrimonio del Ministerio de Cultura y Juventud).
A mayor abundamiento, cabe recordar que obras como el Estadio Nacional y el Puente de la Amistad fueron construidos en tiempo récord (el estadio en menos de dos años y el puente en menos de tres).  Nuestro presunto campo ferial ya sobrepasa cinco años en su construcción, y no es sino ahora que se “acelera” su construcción, con ocasión de la cercanía de las elecciones municipales.
Un extremo grave de corrupción fue que se ocultó que la medida real de la propiedad era de 1.169 metros menos de lo que se publicó en el diario oficial La Gaceta. Y, lo más grave, es que las personas colaboradoras del municipio conocían este ocultamiento y nunca lo informaron al Concejo Municipal. (Aún hoy, el alcalde no lo ha dado a conocer formalmente en las actas correspondientes y ya han pasado cinco largos años).
Don Guido tiene documentado que parte del dinero utilizado en la compra, se originó en la donación de ocho millones de dólares del gobierno de China, estando, a la sazón como embajador del país, el señor Antonio Burgués Terán; cuya hija es quien firma la venta de la propiedad a municipio.
Paralelamente, un síndico municipal de Mercedes Norte,- (curiosamente el coto electoral del alcalde)-, viajó a China utilizando pasaporte de servicio de la Municipalidad de Heredia, sin objetivo claro ni rendir cuentas de su viaje pero que es quien presenta informe a favor de la compra. Esto me recuerda a Guyón Massey, exdiputado, quien pidió un viaje pagado familiar a España y 90 millones de colones para su fundación familiar al ministro de hacienda Guillermo Zúñiga, a cambio de votar sí al TLC.
La ingeniera Lorelly Marín, indicó al Concejo que la infraestructura de marras  era ideal para el campo ferial y que toda la obra era aprovechable. No obstante, sin decir agua va, agua viene, demolió casi setecientos metros de bodegas ubicadas al norte de la propiedad, perdiéndose el valor estimado en el avalúo de veinticuatro millones, más el costo de la demolición. Asimismo, afirmó que no se necesitaba permiso de SETENA para realizar las obras. ¡Hélas!, no fue así y tuvieron que correr a tramitarlos. Esto es un acto de irresponsabilidad total, ¿verdad?
Además, tras de cuernos palos: las bodegas principales debieron ser totalmente reconstruidas (techos, cerchas, contrapisos, pisos, ventanas, canoas, bajantes, instalación eléctrica y hubo que repellar las paredes. La pregunta del millón entonces: ¿qué era lo que estaba en buen estado? Aquí se está cayendo un órgano director del procedimiento por estas actuaciones cómplices de este desastre de campo ferial.
Un asunto de importancia clave es que no se consultó a la comunidad su parecer sobre la construcción de esta obra en sus cercanías. El expediente que se usa para no haber consultado es que la propiedad no está dentro de una urbanización, cuando todos sabemos que está en el centro de uno de los mayores desarrollos habitacionales del cantón. ¡Pluff!....(Hay gran cantidad de vecinos opuestos a la apertura del campo ferial).
Las condiciones de la propiedad son pésimas para la actividad que se desarrollará: no hay espacio para los camiones de los agricultores; el aparcamento para usuarios es de apenas 120 vehículos; con una visitación estimada de veinticinco mil usuarios, va a colapsar el tránsito en las calles circunvecinas.
Finalmente, los tramos para los agricultores van a ser de cuatro metros cuadrados, en tanto muchos de los actuales son de ocho y hasta diez metros cuadrados, teniendo que usar incluso las aceras y losa cajones de los camiones como bodegas; cosa que no podrán hacer en el campo ferial.
La contaminación sónica estará en el orden del día: afectará a los alumnos de la UNED cuando recibirán clases.
La entrada salida del aparcamento da a una calle de dos carriles, lo que en caso de un accidente, haría colapsar el libre tránsito y la llegada de ambulancias.
Increíble: se han invertido dos mil millones de colones, y aun así, no alcanzó el dinero para las remodelaciones: la antítesis del planeamiento mínimo que se requiere.
Cono escribe mi compañero Guido Jiménez: “…a la fecha, después de tanta inversión de dinero y tanto tiempo, no se ha vendido ni un rollo de culantro”









[1] La totalidad de esta información que utilizo, me fue facilitada por un herediano sano, inteligente y conocedor de este desaguisado, compañero de lucha, Guido Jiménez V.

viernes, 9 de octubre de 2015

Acoso político legislativo


                                                         Julia de la O, exasesora de la Comisión Parlamentaria de la Mujer
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la prensa dio cuenta hace unos años, de agresiones del diputado Víctor Hugo Víquez contra su compañera Damaris Quintana. A mayor abundamiento, y ante la denuncia de la señora diputada, 17 diputados de la fracción del Partido Liberación Nacional, enviaron al diario “…un documento en el cual manifestaron su apoyo al legislador” Para dirimir tan enojoso asunto, el Presidente del Congreso ha “…solicitado a los jefes de fracción que intervengan y ayuden en este caso” (La Nación, jueves 8 de marzo 2012, p. 10A El País)
Según información de los medios, ante la interpelación hecha a la señora Expresidenta de la República sobre esta desafortunada situación, la respuesta no pudo ser más desabrida: hay asuntos más importantes en que debía ocuparse y, coincidiendo monolíticamente con su fracción legislativa, califica el desaguisado como un asunto sin importancia. Estamos así ante la presencia de un caso de acoso político.
Hoy asistimos al acoso político a la diputada Carmen Quesada a cuyo reclamo se han sumado las diputadas Patricia Mora y Maureen Clarke. El fenómeno trasciende al recinto legislativo y desnuda la sociedad que tenemos: patriarcal y androcéntrica.
Una sistematización sobre este fenómeno[1], da cuenta que el acoso político consiste “…en un conjunto de sistemas y prácticas que se convierten en obstáculos que se oponen a una mayor y más eficiente participación de las mujeres en el poder”
El acoso político es entonces una forma de violencia de género. Su manifestación se concreta en la descalificación, estigmatización, manipulación, discriminación, asedio y hostigamiento contra la mujer que ocupa cargos de elección popular.
En ese mismo orden de ideas, el trabajo científico señalado, nos confirma que las situaciones de acoso político, la mayor parte de las veces, “…se plantean como cosas aisladas y no son consideradas como hechos reales que forman parte de un contexto político altamente generalizado y, mucho menos como un problema público” [2]
El que se minimice la situación sufrida por la señora diputada en ese momento y hoy de la diputada Carmen Quesada, abona negativamente a reafirmar la resiliencia, es decir, si no hay rectificación de este tipo de conductas, cada vez más, las mujeres que ocupen cargos de elección popular, se adaptarán a la adversidad, fracturando así para las generaciones futuras de mujeres políticas, su participación plena en la toma de decisiones de importancia nacional.
 Con base en la contextualización esbozada, tenemos tres situaciones muy graves en lo sucedido: primero, sin que haya habido indagación del problema a profundidad, los compañeros de bancada del presunto diputado agresor, lanzaron un escrito calificando las denuncias de la señora diputada ante el comportamiento del legislador declarando taxativamente que “…carecen de fundamento” En segundo lugar, la señora Expresidenta de la República desdeñó abordar el tema, manteniéndolo con ello oculto a la discusión pública y declarando que se ocupaba de asuntos de mayor jerarquía, con lo cual, revictimizó a la diputada presuntamente acosada políticamente.
Finalmente, y no menos importante, es el tratamiento que el a la sazón Presidente del Congreso, aplicó para solucionar el problema. Les asignó a los jefes de fracción ocuparse de éste. Ante esto, cabe señalar que la política de igualdad de género  anunciada hace varios años en el Congreso, tiene una dependencia que funge como los dientes de la política en cuestión. Por ello, nos preguntamos: ¿por qué no interviene la oficina de género en este problema? Quienes están sensibilizados ante el hostigamiento político como esta oficina, garantizan las competencias para dirimir adecuadamente este tipo de conductas tan reiteradas en el Congreso de la República y que son de vieja data. En tanto funcionarias(os) preparados para los efectos atiendan la situación de Carmen Quesada, podemos estar seguros que se cumplirá el principio pro víctima y no se repetirán veredictos a priori que colocan a la víctima en una total indefensión.
Recordemos a Alda Facio con estos tristes casos de Doña Damaris Quintana ayer y de Carmen Quesada hoy: “…no existe la igualdad jurídica cuando no existe la igualdad política, ni económica, ni social…comprender eso significa que finalmente se ha entendido que no es posible hablar de igualdad o libertad si estos derechos no son compartidos por todas y todos…”
 Hipotetizo que eventualmente el diputado Víquez ayer, y Otto Guevara hoy cumplen los requisitos para ejercer el acoso político, en detrimento del progreso del sistema de participación política de las mujeres y que, los 17 diputados firmantes del escrito,-(ignoro si hay firmas de señoras diputadas)-, hicieron honor a una desafortunada forma de abordar el problema.
¡Démosle instrumentos al poder legislativo para que, en las relaciones de poder no prive el hostigamiento político!  




[1] Ana Cecilia Escalante y Nineth Méndez. “Experiencias de acoso político hacia las mujeres que ocupan puestos de elección popular en el nivel local” REVISTA UNA, N° 16-17: San José, octubre 2009.
[2] IDEM, p.2